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Recordad: antes de untar la mantequilla tirad la tostada al suelo para saber por qué lado va.

viernes, 23 de noviembre de 2012

¿Y por qué?






Hace no tanto un niña lo suficientemente mayor como para poder hablar un poco con ella sin que, mientras, se entretuviese haciendo pompas con la saliva, y lo suficientemente pequeña como para pensar que por mi condición de adulto tenía la verdad absoluta sobre cualquier pregunta que se le pasase por la cabeza, se le ocurrió preguntarme que porqué no había paz mundial (siendo que sería tan sencillo y normal que nadie se pelease con nadie!).
Sin saber muy bien por dónde empezar ni cómo explicárselo intenté solucionar el bache diciéndole que simple y llanamente había siempre en todas partes gente “mala” que buscaba aprovecharse del resto de la gente y muchas veces se servía de la fuerza y poder que tenían para conseguir sus objetivos por medio de la violencia.
Estoy plenamente convencido de que esa respuesta era más que suficiente para dejarla contenta, pero no me preguntéis en qué momento ni porqué razón empecé a hablar con otro amigo (delante de ella) sobre casos más concretos… No somos muy dados (ni mucho lejos) en temas de politiqueos y demás… Pero entre otras cosas comentábamos dilemas "sencillos" como podría ser si es adecuado o no que estados unidos y otros países potentes “invadiesen” zonas donde había injusticias sociales para imponer su ley y orden…
Como si estuviésemos siguiendo un guión por un lado o por otro se dio que a cada tema distinto que sacábamos ambos teníamos opiniones distintas. Y sin que ninguno de los dos estuviésemos de verdad convencidos de nuestras propias opiniones nos obcecamos en no aceptar lo que nos decía nuestro “adversario” (porque prácticamente, casi por orgullo, era en lo que nos habíamos convertido en esa breve conversación).
Aquella discusión no fue a más, ni mucho menos, a la noche salimos de fiesta juntos, y una semana después ambos defendimos la misma posición frente a otro chico que no nos caía especialmente bien…
Y en cambio aquella niña, que era lo suficientemente pequeña para tener excusa de no saber situar a Estados Unidos en el mapa sí que fue lo suficiente mayor para entender, únicamente viéndonos discutir a nosotros, porqué, por desgracia, lo de la paz mundial era algo bastante complicado.

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